El Pato Mandarín (Aix galericulata) es un pato que en Asturias dirían que es per guapu, y eso no se puede negar. Procede de Japón y Este de China y Rusia, y debido a su guapura casi se extingue en su lugar de origen, debido a exportaciones masivas para los parques de todo el mundo.
Cuando yo aún no lo conocía y lo veía en dibujos japoneses, creía que tal despliegue de plumas y colores era fruto de la creatividad y la imaginación de los artistas nipones. Pero no.
Hoy vive en parques y zoológicos de todo el mundo, y en algunos países hay bastantes individuos asilvestrados.
Cría en los huecos de los árbloes, y los patitos recién nacidos saltan desde varios metros de altura al suelo. No les pasa nada porque la hojarasca y la hierba amortiguan su pequeño peso.
En los países orientales es símbolo de buena suerte y buena fortuna, y eso es lo que yo os deseo a los que leáis esta entrada.
Los machos, en época de celo, son llamativos y arrogantes, en época de eclipse son parecidos a las hembras.
Las hembras, como en casi todas las especies de patos, tienen un plumaje mucho más discreto, apto para pasar desapercibidas cuando empollan los huevos.
Estas fotos están hechas en el Zoo de Santillana del Mar.
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