fotoyos: 30 Marathon de l'Ardeche (II)

Antes de nada, y por si lo leen, que nunca se sabe: Remercier l'équipe de secours qui m'a permis abri de la pluie. Porque, a duras penas, he podido hacer las fotos debido a la lluvia que fue arreciando a lo largo de la jornada hasta convertirse en un chaparrón parecido al que la noche del 4 al 5 había provocado una riada de casi 2.000 m3/s El día de la prueba tenía el río un caudal de 200 m3/s que fue aumentando hasta los 500 m3/s del día siguiente. Para hacernos una idea: el caudal medio del Sella es de 42 m3/s y el del Duero y el Ebro alrededor de 600 m3/s.

Cuando apareció en la lejanía, bajo el acantilado del pueblo medieval de Aiguèze, la primera embarcación K2, la silueta de los españoles Walter y Fiuza no era la acostumbrada debido al casco y el chaleco, por lo que era difícil su identificación.

Después del tremendo descenso sólo quedaba la difícil ciaboga y la remontada, río arriba, hasta la meta.

Walter Bouzan Sánchez / Álvaro Fernández Fiuza vencedores absolutos del 30º Marathon International des Gorges de l'Ardeche 2014, rebajando el record de la prueba en 4 min 21 seg y estableciéndolo en 1h 26' 43''.

Walter ya había quedado segundo en el 2011 con Andrés Cangas.

Segundos fueron los olímpicos franceses Hubert Etienne / Hibois Arnaud que tenían el record de la prueba desde 2011 cuando ganaron a Walter Bouzán / Andrés Cangas

Terceros los también franceses Pete Remi / Le Rous Benoit

Cuartos los checos Slepica Karel / Slovak Tomas

5º los franceses Victor Doux / Edwin Lucas

6º Quentin Bonnetain / Paul Graton, 7º Gaetan Guyonnet / Clement Faure, ambas K2 francesas.

La primera embarcación individual fue el surfski del esloveno Jost Zakrajsek, 10º en la general. El año pasado había ganado aquí Kiko Vega, también con surfski.

Segundo K1 el francés Vicent Lecrubier

Tercero el alemán Markus Gickler

La cuarta plaza estuvo reñida entre el Alemán Andreas Heilinger, que bajaba en R, y el español Gillermo Fidalgo, que lo hacía en surfski. Fue precisamente la mayor longitud de la piragua del español lo que le impidió ceñirse en la ciaboga, siendo abierta su trayectoria por el chorro de la corriente en la proa, al rebasar el abrigo del arbusto.