La historia de los ñus que emigran desde el Serengueti en Tanzania hasta el Masai Mara en Kenia -y viceversa- es de sobra conocida, y cada dos por tres vemos en los documentales los festivales que se dan los cocodrilos, a su costa, cuando atraviesan el río Mara.
Aquí la palabra "manada" se queda corta para definir tal cantidad de animales, quizás habría que hablar de "enjambre", "hervidero", "tropel", "hormiguero"... y no conseguiríamos definir el espectáculo. Por otra parte los oídos no están acostumbrados a percibir un sonido procedente de un número tan alto de fuentes y no se identifican los mugidos sino un rumor continuo y uniforme que llena la atmósfera y nos envuelve.
Cuando somos incapaces de describir un espectáculo, con imágenes o con palabras, recurrimos a la manida frase: "hay que verlo". Estas fotos están hechas en el Masai Mara cuando los pastos ya se van secando y toca volver hacia Tanzania.
Cuando atravesamos estas manadas en todo-terreno, los ñus nos ignoran completamente.
Hacia Tanzania ya se anuncian las lluvias que traerán nuevos pastos.
Poco a poco se van formando cordones que van hacia el Serengueti al Sur.
Hasta el año que viene no se volverán a ver los ñus en el Masai Mara.
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